Infección fúngica: qué es, cómo se reconoce y qué hacer
Una infección fúngica es la aparición de hongos donde no deberían estar, como la piel, uñas o mucosas. No es nada de otro mundo, pero puede causar molestias y, si se deja pasar, complicaciones. Aquí te explico en palabras claras qué la origina, cómo identificarla y qué puedes hacer para evitar que te convierta en su próximo objetivo.
Causas y factores de riesgo
Los hongos viven en el ambiente y en nuestro cuerpo sin problemas, pero ciertas situaciones les dan la oportunidad de crecer de forma descontrolada. Entre los factores más habituales están:
- Humedad excesiva: usar zapatos mojados, ropa interior ajustada o trabajar en lugares muy húmedos favorece el crecimiento de hongos.
- Debilidad del sistema inmunitario: enfermedades crónicas, tratamientos con corticoides o quimioterapia reducen la defensa natural del cuerpo.
- Antibióticos de amplio espectro: matan bacterias buenas y dejan espacio libre para que los hongos se expandan.
- Diabetes mal controlada: el exceso de azúcar en la piel y mucosas alimenta a los hongos y dificulta su erradicación.
Si notas que alguna zona de tu cuerpo está más húmeda o sudorosa de lo normal, es buen momento para revisar si aparecen manchas, picazón o descamación.
Tratamiento y prevención
La mayoría de las infecciones fúngicas se tratan con cremas, lociones o pastillas antifúngicas que se consiguen en farmacias. Lo crucial es seguir el tratamiento completo, aunque los síntomas desaparezcan antes de acabar la medicación. Dejar la terapia a medio camino permite que el hongo vuelva y sea más resistente.
Para prevenir, sigue estos consejos prácticos:
- Mantén la piel seca: cambia la ropa interior y los calcetines al menos una vez al día, especialmente después de entrenar.
- Usa calzado ventilado y evita compartir chanclas o toallas con otras personas.
- Limpia bien las uñas y corta la cutícula; los hongos aprovechan cualquier espacio.
- Controla la diabetes y cuida tu alimentación: menos azúcar, menos combustible para los hongos.
- Si tomas antibióticos, habla con tu médico sobre la necesidad de un probiótico para equilibrar la flora.
Recuerda que una infección fúngica suele ser fácil de tratar si la detectas a tiempo. No esperes a que el picor se vuelva insoportable o la zona se inflame. Consulta a tu profesional de la salud ante cualquier duda y sigue sus indicaciones.
Con estos pasos, tendrás las herramientas para reconocer, tratar y, sobre todo, prevenir las infecciones fúngicas que tanto molestan. Cuida tu piel, mantén buenos hábitos y estarás un paso adelante en la batalla contra los hongos.
Impactante caso de infección por Candida auris en piscina lleva a joven colombiano a solicitar eutanasia
- Por Manuel Mancilla
- 5 septiembre 2024
Javier Acosta, un colombiano de 36 años, contrajo una infección grave por el hongo Candida auris tras bañarse en una piscina. Años después, debido al deterioro de su salud y el dolor insoportable, ha solicitado la eutanasia. Esta rara y peligrosa infección subraya la importancia de la higiene en lugares públicos.