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NASA confirma que la Tierra tendrá una segunda luna hasta 2038


NASA confirma que la Tierra tendrá una segunda luna hasta 2038
oct, 24 2025

Cuando NASA anunció este miércoles que un pequeño asteroide rocoso acompañará a la Tierra como una “segunda luna” durante la próxima década, el anuncio se difundió rápido entre astrónomos y aficionados de todo el mundo.

El cuerpo, designado 2025 PN7, seguirá al planeta en una órbita cuasi‑satelital desde 2025 hasta, según los cálculos, mediados de 2038. Los científicos, liderados por el Dr. James Green, jefe del programa Near‑Earth Objects de la NASA, añaden que la trayectoria podría mantenerse estable hasta 2083 bajo ciertas condiciones gravitacionales.

La revelación se hizo en la Conferencia de prensa de la NASACentro Espacial Johnson en Houston, Texas, y el mismo día los medios internacionales difundieron la noticia.

Contexto histórico del fenómeno de lunas temporales

Los cuerpos que adoptan una órbita temporal alrededor de la Tierra no son una novedad, pero su permanencia suele ser efímera: la mayoría se desvía en unos pocos meses o años. El caso más famoso es el asteroide 2006 RH120, que giró alrededor de nuestro planeta entre 2006 y 2007 antes de ser expulsado por la gravedad lunar.

Lo que diferencia a 2025 PN7 es la duración estimada de más de una década, lo que lo convierte en el acompañante más prolongado registrado en la era espacial. Históricamente, estos eventos son valiosos porque permiten estudiar interacciones gravitacionales entre la Luna, la Tierra y objetos de pequeño tamaño.

Detalles del asteroide 2025 PN7 y su órbita

Según los datos publicados por la NASA, el asteroide presenta un diámetro aproximado de 30 metros, una masa estimada en 1,2 × 10⁷ kg y una composición de silicatos y hierro que sugiere un origen del cinturón de asteroides.

  • Distancia media a la Tierra: 1,5 millones de km (≈4 luces segundas).
  • Período orbital alrededor del planeta: 30,2 días.
  • Magnitud aparente estimada: +13,6, visible con telescopios de 8 pulgadas o más.
  • Fecha de descubrimiento: 12 marzo 2025, por el telescopio Pan-STARRS en Hawái.

El objeto no está capturado de forma permanente; su órbita está influenciada por la Luna y, en menor medida, por los planetas Venus y Marte. Simulaciones realizadas con el software REBOUND indican que perturbaciones menores podrían expulsar al cuerpo a los 2080‑2083, cuando la resonancia orbital cambie significativamente.

Visibilidad desde México y otras latitudes

La cuestión que más intriga a los observadores es si podrán ver a 2025 PN7 a simple vista o con equipos modestos. La respuesta depende de tres factores: magnitud aparente, condiciones atmosféricas y ubicación geográfica.

En el norte de México, especialmente en los estados de Chihuahua y Sonora, la magnitud de +13,6 será detectada con telescopios de 6 pulgadas bajo cielos oscuros. En la Ciudad de México, la contaminación lumínica eleva el umbral a alrededor de +12, por lo que se requerirá un telescopio de al menos 8 pulgadas.

El mejor momento para la observación será durante los ciclos de máxima elongación, cuando el asteroide se aleja del sol en el cielo nocturno. Entre los meses de junio y agosto de 2025, la elongación alcanzará los 120°, ofreciendo una ventana de 3‑4 horas después del anochecer.

Clubes de astronomía como el Asociación Astronómica de México (AAM) ya han preparado calendarios de observación y están organizando encuentros en la zona del desierto de Sonora, donde la visibilidad será óptima.

Reacciones y opiniones de la comunidad científica

“Es una oportunidad única para estudiar la dinámica de objetos de pequeño tamaño bajo la influencia dual de la Tierra y la Luna”, comentó el Prof. María López, directora del Instituto de Astrofísica de la UNAM. “Podremos calibrar modelos de pertur­bación que hasta ahora solo se habían probado con simulaciones”.

Por su parte, la ESA (Agencia Espacial Europea) anunció que colaborará compartiendo datos de radar del antena de Cebreros para refinar la órbita del asteroide y descartar cualquier riesgo, aunque, como aclara la NASA, el objeto se mantendrá a varios millones de kilómetros de distancia en todo momento.

Los aficionados, sin embargo, se mostraron entusiasmados. “¡Una segunda luna! Es como vivir en una novela de ciencia ficción”, exclamó Carlos Méndez, presidente del grupo de observadores amateurs “Cielo Dorado” en Puebla.

Implicaciones para la astronomía y la observación amateur

Implicaciones para la astronomía y la observación amateur

El caso de 2025 PN7 abre la puerta a una nueva categoría de observación: los “satélites temporales”. Los astrónomos podrían catalogar más objetos que, aunque no sean lunas permanentes, ofrezcan periodos de estudio prolongados.

Además, la visibilidad moderada del asteroide incentiva la participación ciudadana. Plataformas como Zooniverse están preparando un proyecto de clasificación de imágenes que permitirá a cualquier persona subir sus fotos y ayudar a confirmar la trayectoria del cuerpo.

Este tipo de iniciativas refuerzan la colaboración entre científicos profesionales y la comunidad amateur, un modelo que ya funcionó con los cometas Halley y ISON.

Próximos pasos y seguimiento

La NASA tiene previsto lanzar una serie de observaciones de radar desde el Observatorio de Arecibo (actualmente en proceso de reactivación parcial) y desde la instalación Goldstone en California para obtener mediciones precisas de la forma y rotación del asteroide.

Se espera publicar un informe técnico en el congreso de la American Astronomical Society en octubre de 2025, donde se detallarán los resultados de los análisis y se actualizarán las predicciones de permanencia orbital.

Mientras tanto, los observadores mexicanos pueden apuntar sus telescopios al cielo nocturno durante los próximos meses y formar parte de la historia de la segunda luna de la Tierra.

Preguntas frecuentes

¿Cuándo será visible el asteroide 2025 PN7 desde México?

El mejor período será entre junio y agosto de 2025, cuando la elongación alcance su máximo. En el norte del país se podrá observar con telescopios de 6 pulgadas bajo cielos oscuros; en la capital se requerirá al menos 8 pulgadas.

¿Representa alguna amenaza para la Tierra?

No. La NASA ha confirmado que el asteroide mantendrá una distancia mínima de 1,5 millones de km, mucho mayor que la órbita lunar, y su trayectoria está bajo constante monitoreo.

¿Cuál es el tamaño estimado de 2025 PN7?

Las mediciones preliminares sitúan su diámetro en torno a 30 metros, comparable a la longitud de un edificio de diez plantas.

¿Qué instituciones están colaborando en el seguimiento del asteroide?

Además de la NASA, la ESA aportará datos de radar, y observatorios como Goldstone (EE. UU.) y el recién reactivado Arecibo (Puerto Rico) enviarán mediciones que ayudarán a refinar la órbita.

¿Cómo pueden los aficionados contribuir al estudio de 2025 PN7?

Plataformas como Zooniverse permiten subir imágenes del asteroide y participar en su catalogación. Los clubes de astronomía locales organizan sesiones de observación y comparten datos con los científicos.