En la sesión del Congreso Nacional el 1 de junio de 2025, el presidente Gabriel Boric informó que el Gobierno iniciará la construcción del Metro Line A, una línea de tren ligero diseñada para conectar directamente el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez con la red de metro de Santiago. La iniciativa, anunciada como parte del programa de ampliación del sistema de transporte público, representa una de las decisiones más ambiciosas en infraestructura de la actual administración.
Detalles del proyecto
La Metro Line A recorrerá entre seis y siete kilómetros, partiendo del recinto aeroportuario y terminando en la futura estación Huelén, ubicada en la Avenida Mapocho Sur, dentro del comunal Cerro Navia. Huelén será una de las paradas clave de la próxima Línea 7, cuyo trazado aún está en fase de diseño final. La línea se construirá como un corredor de tren ligero, con buses de alta capacidad y una frecuencia de paso cada pocos minutos, garantizando una conexión rápida y cómoda para viajeros y residentes.
El proyecto incluye varios ítems técnicos que reflejan la complejidad del emprendimiento:
- Obras de infraestructura civil: túneles, viaductos y pasos a nivel.
- Estaciones modernizadas con accesibilidad total, incluyendo ascensores y rampas.
- Sistemas de señalización y control avanzados, alineados con los estándares internacionales.
- Integración de plataformas de pago comunes con el resto del metro y los buses de la ciudad.
Según fuentes del Ministerio de Transportes, el presupuesto preliminar supera los 1.200 millones de dólares, con financiamiento proveniente de fondos públicos, préstamos multilaterales y una posible asociación con inversionistas privados.

Impacto y perspectivas
El anuncio de la Line A se enmarca dentro de una estrategia más amplia que busca mejorar la movilidad urbana y reducir la dependencia del automóvil. Al conectar el aeropuerto —el principal punto de entrada internacional del país— con la red metropolitana, el Gobierno espera disminuir los tiempos de traslado, que actualmente pueden superar la hora en hora pico, y ofrecer una alternativa sostenible y económica.
Entre los beneficios previstos destacan:
- Reducción del tráfico vehicular en la zona de la Avenida Mapocho Sur y sus alrededores.
- Mayor agilidad para el turismo, facilitando el desplazamiento de visitantes internacionales.
- Creación de empleo directo e indirecto durante la fase de construcción y operación.
- Impulso al desarrollo urbano del sector Cerro Navia, con nuevas oportunidades comerciales y residenciales.
El presidente Boric subrayó que la Line A no es solo una obra de infraestructura, sino una pieza clave para elevar la calidad de vida de los chilenos. "Nuestro compromiso es garantizar que el transporte público sea accesible, seguro y eficiente para todos", declaró durante su intervención ante los parlamentarios.
La iniciativa también se relaciona con la expansión de la Línea 9, que está en proceso de conectar el centro de Santiago con el sector sur de Puente Alto. Con ambas líneas, la capital chilena avanza hacia una red de transporte más integrada, que busca cubrir áreas históricamente desatendidas y responder a la demanda creciente de movilidad sostenible.
En los próximos meses, el Gobierno iniciará los procesos de licitación y selección de contratistas, mientras que la comunidad local será invitada a participar en mesas de trabajo para definir detalles de diseño y accesibilidad. La expectativa es que la construcción comience a finales de 2025, con una proyección de puesta en servicio para 2029‑2030, según los plazos indicados por la Autoridad de Transporte Metropolitano.