Leonidas Montes: Una sociedad chilena transformada
Leonidas Montes, director del Centro de Estudios Públicos (CEP), observa con una mirada crítica y aguda el devenir de la sociedad chilena desde el estallido social de 2019. Cinco años después de aquél octubre de furia y esperanza, Montes reflexiona sobre los profundos cambios que se han producido en el tejido social y político del país. Para él, el nuevo Chile es una sociedad que ha abrazado el liberalismo de manera más decidida, pese a los desafíos y las frustraciones que aún persisten. Esta transición hacia una sociedad más abierta y tolerante no ha sido, sin embargo, un proceso exento de dolor.
Las raíces del descontento
El 18 de octubre de 2019 marcó el inicio de una serie de protestas que pusieron de manifiesto el descontento de los chilenos con aspectos profundos de su realidad cotidiana. Más allá de las demandas económicas, como el alza del costo del transporte público que encendió la chispa, las manifestaciones fueron catalizadores de una crítica generalizada a la desigualdad social, la corrupción política y un sentimiento de injusticia latente. Durante semanas, las calles de todo el país se vieron inundadas de voces clamando por un cambio real, un eco que resonó incluso en las más altas esferas del poder.
Un giro hacia el liberalismo
Montes señala que, tras esa expresión masiva de descontento, Chile ha dado un giro significativo hacia posturas más liberales. Explica que, incluso ante el panorama de frustración y caos inicial, emergió un deseo genuino de reformar las estructuras enraizadas que limitan el desarrollo social y económico. Según el director del CEP, esta nueva inclinación hacia el liberalismo no solo es evidente en el discurso sino en las acciones colectivas e institucionales que han comenzado a gestarse.
Las reformas en el horizonte
El periodo posterior al estallido social trajo consigo una serie de compromisos por parte del gobierno para implementar cambios estructurales que realmente respondieran a las demandas populares. La promesa de una nueva constitución, resultado de un proceso constituyente ampliamente inclusivo, es uno de los ejemplos más tangibles de esta voluntad de transformación. Aunque el camino hacia su realización ha sido tortuoso, representa un paso hacia un Chile más equitativo y justo.
Retos que persisten
A pesar de los avances, Montes recalca que los desafíos siguen siendo enormes. La desigualdad sigue siendo una sombra amenazante que impide el pleno desarrollo del país. Además, la confianza pública en las instituciones y el sistema político necesita urgentemente ser reparada. El sociólogo afirma que atender estas problemáticas es esencial para consolidar y preservar las conquistas liberales alcanzadas en estos años, ya que corren el riesgo de quedar en meras promesas si no son acompañadas de acciones concretas.
Reflexiones finales
El análisis de Montes brinda una visión esperanzadora sobre el devenir de Chile en el futuro inmediato. El estallido social de 2019, lejos de ser un episodio aislado de interrupción, se perfila como un punto de inflexión hacia una sociedad más participativa y libre. Las lecciones aprendidas de aquellos días tumultuosos deben servir de guía para construir un país donde la justicia social y la equidad sean la norma. Mientras el sol se pone sobre un Chile agitado y renacido, es el momento para que las palabras se conviertan en acciones y los sueños de muchos en la realidad de todos.